Un bouquet de aspecto silvestre para Ana. Rosas de pitiminí, siemprevivas, limonium, peonías… son algunas de las flores. El encaje que envuelve el tallo es de su abuela.
Mónica se casaba un viernes por la mañana, embarazadísima y con vaqueros. Llegaba a la boda en tándem y lo celebraban en el bar del Matadero. Por eso, y por su personalidad, su ramo y corona tenían que ser algo muy natural y sencillo. Limonium, siemprevivas y paniculata. No hay más, pero tampoco es necesario…
Este ramo es ya el recuerdo de una tarde especial que compartí este verano con Elena, autora del blog de novias De boda con Maron. El resultado de esa tarde lo cuenta ella perfectamente en su blog. Gracias por todo Elena, fue un placer compartir mi trabajo contigo.