Si me tuviera que pasear con un ramo por la ópera y teatros de la ciudad, cual la Dama de las Camelias, yo lo haría con ranúnculos. Me encantan. Bueno, y con peonías, pero los ranúnculos son más baratos, lo cual es importante. Me fascina cómo cambia su forma según van creciendo hasta convertirse en una flor totalmente distinta. Los aquí utilizados están todavía con los pétalos cerrados, cuando se abren la flor se agranda el doble.
¿Y por qué no?
En principio es una asociación surrealista, imposible. Flores en el columpio… ¿Por qué en el columpio y no en un tobogán, en la cama o en un trapecio, por ejemplo? Siempre me ha gustado este objeto, me traslada a la infancia, al juego. La palabra en sí es evocadora, soñadora, tiene algo de nostalgia… Aún hoy me encanta sentarme en un columpio, doblar las piernas y empujar para elevarme más y más… ¿A dónde me llevará este columpio?
Homenaje a Chagall
Maravillosa la exposición de Chagall en el Thyssen de Madrid. Siempre he sentido una especial atracción por el mundo mágico de este pintor ruso. Me fascinan sus colores irreales, sus violinistas en el tejado, los amantes que vuelan y los ramos de flores que siempre incluye en sus pinturas. Este no tiene nada que ver con los que él pinta, los suyos son diferentes, con más verdes, pero mi ramo también vuela, también habla de sueños y de amor, de viajes y de ilusiones…
Columpio 1
Llamándome Flores en el Columpio, algo tenía que idear en relación al nombre, ¿no os parece? Pues aquí está este primer columpio al que se le pueden añadir las flores que se quieran. La idea es hacer diferentes versiones de él que ya os iré mostrando según las vaya haciendo. De momento ya tengo en mente varias opciones.
Gooooool
Un ramo de novia compuesto basicamente de claveles, con algunos alhelíes y ranúnculos blancos. ¿Claveles en un ramo de novia? Sí, claveles. Cuidado con lo que decís que están muy de moda en la floristería actual. A mí me encantan, los hay de mil colores, son baratos, aguantan bien… Vivan los claveles!!!