Así de radiante estaba Oihana el día de su boda, en septiembre del año pasado. Se casó en Bilbao con unos zapatos preciosos de color esmeralda que lució como nadie y un ramo de flores preservadas con una achillea pintada de verde, un guiño a los zapatos. Hoy el ramo luce precioso en su salón como recuerdo de un día muy especial.
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