Lo que más recuerdo de esta boda de octubre del año pasado es la espera en las escaleras de la iglesia a que terminase la misa para poder recoger. Quedó tan bonita la decoración de fuera que me daba muchísima pena quitarla. Mientras esperábamos estuvimos viendo la sesión de fotos que Tachestudio les hizo a los novios por las calles de Toledo. Por cierto, que han quedado preciosas.
Fue un lujo decorar la iglesia de San Andrés, en Toledo, mudejar y una de las más antiguas de la ciudad. Ocultamos las barandillas negras con eucalipto y en el suelo mezclamos diferentes recipientes de barro, alguna cestita, loza… ya sabéis que lo mío es la variedad. Las calabazas blancas creo que fueron un acierto y los plumeros que acompañaban a las flores me encantan porque contrastan mucho.
Al ser octubre los tonos burdeos de algunas de las flores quedaban perfectos. Las mismas tonolidades de rosas, verdes, blancos y granates las pusimos en el ramo. Este era de flores preservadas y llevaba también eucalipto. El vestido, sencillo pero muy bonito, es de María Barragán.
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