En cualquier fiesta, evento o boda no deberían faltar las flores. Dan buen rollo, no sólo decoran sino que también provocan buenas sensaciones. En un rincón o distribuidas por toda la estancia, en recipientes vintage, modernos, reciclados… Las posibilidades son infinitas pero el resultado seguramente siempre bueno. Aquí me he decantado por tonos pastel, tan de moda esta primavera pero contrastados con el fucsia de los alhelíes.
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