La boda de Patricia se llenó de flores y de rincones bonitos en el exterior del Palacio de Aldobea, donde celebraron una comida tipo cocktail en un sábado de octubre de un sol casi de verano. Una bicicleta llena de flores daba la bienvenida a la finca y en las mesas pusimos cajas de maderas con hortensias y flores silvestres. Los bodegones con cajas antiguas y el carro decorado con flores quedaron preciosos. Siempre es un placer participar en bodas como esta, llena de detalles bonitos.
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