En el montaje nos diluvió, pero fue una boda preciosa. La iglesia de Nuestra Señora del Cueto en el pueblo de Vecinos (Salamanca) tiene algo especial, en primer lugar por su situación y acceso muy muy recóndito, está perdida en medio de la nada, pero cuando llegas el lugar es tan precioso y tan acogedor que fue un lujo estar unas cuantas horas poniendo flores.
Tatiana, la novia y su wedding planner, Corona, de “Me voy de boda” querían una decoración sencilla, muy de campo, que es lo que pegaba, con cestos, balas de paja y cajas de madera. El eucalipto y el brezo estuvieron muy presentes en la decoración, y para poner un punto de “delicadeza” escogimos hortensias rosas.
Os seguiré enseñando más sobre esta boda tan preciosa en los próximos posts, porque aún queda la decoración de las mesas y el ramo de la novia. El fotógrafo de la boda fue Javier Arroyo.
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