Hoy me apetece hablaros de una boda que hicimos hace tiempo en el impresionante Monasterio de El Paular, en Madrid. Macarena, la novia, se puso en contacto con nosotras con bastante antelación porque quería encargarnos la decoración de la iglesia, además del ramo y otros detalles. Cuando nos dijo que se casaba en la iglesia del Monasterio del Paular nos hizo especial ilusión porque es una abadía realmente bonita y nunca la habíamos decorado.
Hicimos arreglos florales en el exterior y en el interior de la iglesia. Para entrada diseñamos unas guirnaldas de eucalipto natural con velas que pusimos en las escaleras y dos cestos de flores con base de hortensia y eucalipto en tonos granates, rosas y verdes. Las hortensias tenían un significado especial para los novios por lo que toda la decoración y el ramo de novia tenían como base esta flor.
Dentro de la iglesia no queríamos restar protagonismo al espectacular retablo y decidimos hacer una decoración sencilla pero que resaltara la extraordinaria belleza del templo. En la entrada, justo en la verja pusimos dos centros bastante grandes con hortensias rosas y blancas, con el mismo estilo de los cestos del exterior.
En el pasillo hacia el altar pusimos unas guirnaldas con eucalipto, hortensias rosas y faroles que marcaban el camino hacia el altar. En la mesa del altar instalamos dos guirnaldas con un hueco en el centro con eucalipto, lentisco y hortensias. A ambos lados del altar decidimos poner dos grandes centros dorados con la misma composición floral de los cestos del exterior y de los centros de la reja. En el cuerpo inferior del retablo pusimos dos centros pero pequeños para no quitarle protagonismo.
Macarena llevaba un vestido de Valenzuela atelier, de corte clásico con falda de brocado con vuelo. Por eso se decantó por un ramo de flores preservadas de tipo bouquet pero desenfadado, no demasiado redondo. Los tonos los quería muy a juego con los elegidos para decorar la iglesia: granates, rosas y un toque de verde. Era un ramo muy romántico con mucha presencia de hortensia. El color granate era fundamental porque el tono de sus zapatos era color burdeos y lo quería a juego.
La novia nos encargó para el pelo un tocado pequeño con base en tonos suaves (rosa palo y blanco) y un toque sutil de granate.
En alguna de las fotos podéis ver la corona que diseñamos para las niñas, a juego con el ramo de Macarena.
Os dejamos las fotos para que podáis ver cómo fue el resultado final. Siempre recordaremos a estos novios porque además de ser encantadores nos dieron la oportunidad de poner decorar una iglesia tan bonita como la del Monasterio de el Paular. ¡Un auténtico placer!
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